Susciter une espérance nouvelle par une autre façon de penser et d'agir
Nuestra visión
Muchas regiones del mundo han atravesado o están atravesando conflictos cuyos verdaderos problemas no se han resuelto.
Incluso tras la firma de acuerdos de paz, los sentimientos de frustración, discriminación u odio suelen permanecer aún latentes entre la población y pueden ser fuente de nuevos conflictos.
Frente a estas situaciones, los jóvenes adultos tienen un papel fundamental que desempeñar en la reconstrucción de las sociedades en proceso de postconflicto, transformando las mentalidades, contrarrestando los prejuicios y haciendo posible un verdadero proceso de paz.
Estos jóvenes adultos, que a menudo no se han visto implicados en los conflictos, están dispuestos a dejar de lado los prejuicios, para hacer frente a los retos de su comunidad de una manera diferente y positiva. Estas comunidades vibrantes (dinámicas) y comprometidas pueden entonces inspirar crecimiento, estabilidad, apertura y paz.
Para que los jóvenes asuman este papel, es necesario que tengan acceso a una educación que les encamine a tomar decisiones positivas.
Estas elecciones se basan en valores fundamentales que pueden integrar y trasmitir a futuras generaciones.
Nuestras estrategias
En un mundo globalizado con interacciones cada vez más complejas, la fundación brinda apoyo y formación a estos jóvenes para que aprendan a comprender y valorar su entorno, reconozcan su potencial y tomen decisiones responsables que impacten positivamente el futuro de su comunidad.
Los programas de la fundación se centran en el acompañamiento y la formación integral de los jóvenes, permitiéndoles reconstruir sus vidas, desarrollar su potencial y tomar decisiones conscientes sobre el futuro de su comunidad. De este modo, se convierten en agentes activos de nuevas iniciativas sociales y empresariales que promueven la reconciliación, la convivencia y una paz duradera.
Desde el comienzo de cada proceso, se invita a los jóvenes con una sólida formación a apadrinar a sus pares más jóvenes. Esta experiencia les permitirá fortalecer su compromiso con la paz y la reconciliación, y así podrán compartir de manera más efectiva su valiosa experiencia de vida con la próxima generación.
El acompañamiento tiene como objetivo empoderar a los jóvenes, proporcionándoles las herramientas esenciales para que descubran y alcancen su máximo potencial:
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Descubrir sus talentos y capacidades, superar sus limitaciones y desarrollar su resiliencia.
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Profundizar en la comprensión de su rol en la comunidad, valorar y respetar las diferencias, rechazar todas las formas de discriminación, y fomentar la responsabilidad personal y la ética.
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Definir su proyecto de vida y comprometerse con la responsabilidad social y medioambiental en la comunidad.
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Los jóvenes están adquiriendo conocimientos y habilidades en áreas con un futuro prometedor, adaptadas a su contexto local.
Esta formación personalizada no solo impulsa su desarrollo profesional, sino que también promueve la ciudadanía y valores fundamentales como: el respeto por el bien común, la responsabilidad individual, el espíritu de servicio y la empatía hacia los más vulnerables.
Se les motiva a emprender iniciativas en ámbitos sociales y productivos, de manera innovadora, sostenible y beneficiosa para su comunidad. Al convertirse en agentes económicos y sociales, utilizan sus recursos y talentos para inspirar a otros a avanzar colectivamente.
Los jóvenes de diversas etnias, contextos sociales y creencias religiosas se unen en actividades y encuentros que les brindan la oportunidad de comprender y valorar sus diferencias.
Se fomenta el uso de nuevas tecnologías de la comunicación para conectar, intercambiar ideas y compartir experiencias con otros jóvenes alrededor del mundo.
